¡La Gracia de Dios Nos Instruye!
La Gracia de Dios, por medio de Cristo, es la que nos instruye, nos enseña, nos corrige y disciplina como un padre que ama a su hijo.
En Tito 2:12 se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios.
La gracia también nos muestra que debemos vivir una vida santa, como la vivió Cristo. LA GRACIA NO ES UNA “LICENCIA” PARA PECAR, como algunos la han convertido. La revelación de la gracia de Dios viene con exhortación a vivir una vida santa.
Debemos renunciar a la maldad y a los deseos mundanos. La gracia de Dios debe instruirnos a ordenar nuestras vidas correctamente. No hacemos el bien para ir al cielo, sino porque el cielo ya está en nosotros. No nos portamos bien para ser salvos, porque la salvación viene por medio de la “gracia”. Nos portamos bien como testimonio de que ya hemos sido salvos.
